El coaching se dirige a todas aquellas personas que desean un cambio en su vida personal, familiar, profesional y social y que desean una situación nueva, ser más eficaces y mejorar sus relaciones con ellos mismos y con los demás.
Cuerpo, mente, comportamiento.
Podemos decir que el coaching ayuda a optimizar la gestión:
- De la información: mejora la capacidad de atención, de concentración, de anticipación, de aprendizaje, de creatividad…
- De las emociones: mejora el control del estrés, facilita la recuperación nerviosa y física, favorece la canalización de las emociones…
- De las relaciones: mejora la comunicación, optimiza el liderazgo, desarrolla la autoafirmación.
- De la energía: controla la actividad mental, refuerza la motivación, estimula la ambición, favorece la gestión de objetivos…
- De la imagen de sí mismo: estimula las creencias y los pensamientos positivos, controlando los negativos…
En lo que se refiere al coaching empresarial y ejecutivo, además de los anteriores beneficios, podríamos añadir:
- Mejora el trabajo en equipo.
- Mayor satisfacción en el empleo.
- Mejora las relaciones con los compañeros de trabajo.
- Mejora las técnicas interpersonales, explorando comportamientos demasiado controladores, ásperos y poco empáticos.
- Ayuda a que haya menos conflictos.
- Contribuye a que se establezca una política de confianza y responsabilidad dentro de la empresa y con los clientes.
- Ayuda a encajar una retroalimentación y aprender de ella.
- Descubre e investiga los puntos fuertes y los puntos débiles, así como las oportunidades y las amenazas a las que se enfrenta la empresa.
- Desarrolla el liderazgo.
- Agiliza la asimilación de líderes recién designados.
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Ayuda en las transiciones de director general, líderes y ejecutivos.